Fernando Tomero Bravo, pintor de culto, abstraccionista, nace en Valdesimonte (Segovia) el día 10 de Febrero de 1959. Acuario.
Comienza a pintar a los 4 años.
“Mis primeros dibujos, en el recuerdo, son unos garabatos en un trozo de cartón amarillento de una caja de zapatos. Tenía 4 años. ¿Dónde estarán? ¿Sobre las alas del viento?..... quizás. En las páginas del tiempo. Seguramente olvidados.”
Después años de escuela.
“A Don Florentino, el maestro, le gustaban mis esbozos infantiles transportados con ingenio de los sueños a la cara de papel de unas cuartillas dobladas. ¿El los conserva?.... Tal vez.... No lo sé.”
Años de escuela.
“Dulces años. Aún recuerdo mis primeros óleos al cumplir los nueve años. El regalo prometido por un curso aprobado. Recuerdo mis primeros cuadros, copias de otros cuadros, trazos sencillos, primitivos planos, colores puros, sin mezclas; simples manchas aplicadas en viejas cartulinas de la clase de dibujo recortadas y pegadas sobre trozos de tableros de madera. Cuántas horas dedicadas. Cuántos días de ilusión. Tiempos de nunca jamás.”
Cursa el bachillerato en el Colegio Claret de Segovia.
“Allí dispuse de un aula particular, con óleos y lienzos para poder desarrollar mi creatividad en las horas de recreo. Recuerdo. Pinté algunos cuadros para el colegio. Otros para mí. Aún los conservo.”
Acabado el bachillerato aprueba la selectividad y se matricula en la Universidad Politécnica de Madrid donde cursa estudios de Arquitectura Técnica y se diploma. En sus primeros años universitarios reside en el colegio mayor San Juan Evangelista, donde obtiene en 1979 el primer premio en el certamen anual del cartel anunciador de la temporada de cine.
“1977. Años nuevos. El Colegio Mayor. La movida madrileña. Los amigos de Bellas Artes. La llamada imán del arte. Pintura, música y poesía son alimentos del alma mía. Arquitectura del sueño. ¡Orbuk la rosa del día!..... Más de un examen suspendí al invertir mi tiempo en pintar y escribir en vez de estudiar. Al final aprobé.... Y escribí (Poemas oníricos).... Y pinté (Comencé a recibir encargos para realizar cuadros y retratos).”
En los años posteriores compagina el tiempo entre su trabajo, ejerciendo su profesión, la pintura y la poesía.
“Siempre hay un almendro en flor en la curva gris del sueño, y un almendro de ilusión en la vereda del tiempo. Siempre hay un momento invar para firmar un proyecto y un momento al sur del día para estampillar los sueños en un libro, en un lienzo, en el blanco almidonado del espejo de los lienzos. Sí, el espejo de los lienzos. Los lienzos son espejos. Mis cuadros son el reflejo diurno de los noctámbulos sueños. Paisajes oníricos. Escenas hipnóticas. Viejos tiempos. Nuevos retos.”
Aumentan los encargos.
“Nuevos retratos. Nuevos cuadros. Un giro en mi vida. Las alas del destino. Nuevos tiempos. Nuevos días. Y el recuerdo de los años recibidos. Tal vez todos los trabajos realizados hayan sido vistos, o tal vez permanezcan enmarcados y atesorados en el escaparate de las galerías de arte de los salones de las confortables viviendas de sus nuevos propietarios. No lo sé. Tal vez. Quizás duerman olvidados.”
Actualmente se dedica a pintar y prepara varias exposiciones.
Son mis cuadros ventanas a otros mundos